jueves, 1 de septiembre de 2011

La banca del balcon

Hermanos todos. Hoy les comento el problema que aconteció con una banca del balcón. La familia se mudo de casa el pasado año a una propia (la anterior era rentada). Mi companera termino la relación comercial con la antigua arrendadora no muy conforme (por motivos que desprenderían cientos de anécdotas), por lo que la comunicacion con la senora no es muy efectiva. Al mudarnos había una banca incrustada en el piso del patio, dicho elemento no fue echado de menos hasta hace unos meses.
Mi companera llega a la casa y sin mediar palabras me aborda: "necesitamos recuperar la banca para colocarla en el balcón". Mi primera reacción es preguntar: de que hablamos? me comenta a que se refiere y le contesto que esa banca se traslado en la mudanza. Esto movió las fibras mas sensibles de su paciencia, llevandola a ofrecerme tremendo rapapolvos seguido por la afirmación ofensiva de que estaba poniendo en duda su palabra.
Me comino a contactar al esposo de la senora y exigirle (un domingo a las 11:30 pm) la devolución inmediata de la banca por parte de los actuales inquilinos. De inmediato se movilizan las fuerzas represivas de la nación, DNI, J2, M25, yo que se; en busca de la dichosa banca.
Al dia siguiente se arma el desorden porque la banca no aparece, "que vaina, se ha perdido mi banca, y ahora quien me la paga?" expresiones arrojadas cual bocanadas de fuego por la enfurecida sanjuanera que me acompana.
Se me ocurre preguntar al vigilante de nuestro edificio si en los depósitos existia algo parecido a lo que contesta que NO. Vuelvo a preguntar sabiendo que existe una barrera idiomática (nuestro vigilante es ruso y no habla bien el espanol), y probablemente no me ha comprendido, le digo: "una silla de hierro", me contesta SI. Que milagro había aparecido la banca dentro del deposito.
Ha pasado el diluvio, todo esta bien. Solo me atrevi a decir: "estaba en el deposito". Adivinen que? Si, lo entendieron, yo tuve la culpa porque seguro la escondi alli para que ella quede mal.

Resistan...El esclavo